Un día no muy lejano, sé que el dolor por los inocentes, la rabia por los abusados, la tristeza por la desesperanza, tendrá un sentido que compensará lo que nos han arrebatado a ambos…
Confío plenamente, en que ese día aquello a lo que tuvimos que renunciar, poco a poco regresará. De otra forma, por otra vía, en otro tiempo, por otras manos. Quizás no igual, pero lo que regresará será mejor que lo que estaba…
Tengo la firme esperanza de que las pérdidas de bienes, oportunidades, proyectos o trabajos, serán pruebas de que SI se puede empezar de nuevo, SI se puede aprender algo distinto y SI se puede volver a sonreír, con los pies parados de otra forma, en otro campo, otro lugar o con otras personas…
Sé que un día el miedo será sólo un recuerdo, porque tendremos certeza plena de que con lo que tenemos, sabemos, podemos y somos capaces de aprender, tendremos lo necesario para lidiar con lo que venga o con quien venga…
Ese día no muy lejano, la vida dará un giro y así como la noche se vuelve día y la tormenta se vuelve calma, la verdad inesperadamente irá apareciendo para desnudar a la mentira, señalar a los que la encubrieron, develar a los que se callaron y aplicar sus consecuencias…
La justicia tomará las riendas para volver a cobijar a la nobleza, a la buena voluntad, al trabajo honesto, al talento pulido y al esfuerzo meritorio. Con su llegada, renovará la confianza en el futuro, en los otros, en el bien que siempre triunfa y además cobrará con intereses las deudas pendientes en quien corresponda…
Confío en que finalmente el trabajo de consciencia, de esfuerzo, de crecimiento, de lucha con coraje o de transformación, nos permitirá construir una realidad superior y sacar esa versión mejorada de nosotros que había estado dormida y que no existiría, si no estuviera pasando, lo que está pasando.
Espero atento por esos mensajeros cercanos que nos permitan comprender lo que necesitamos aprender y no hemos podido. Espero por esas señales que nos hagan darnos cuenta de las equivocaciones y responsabilidades que no vemos. Espero por esas evidencias de que pronto tendrá sentido la espera, el esfuerzo y las renuncias…
Bendigo a los que se están sacrificando por mi bienestar y/o el bienestar de otros. Bendigo la posibilidad de que algunos “extraviados en la inconsciencia” se den cuenta que están en el camino equivocado. Bendigo la esperanza de que incluso el “malo”, tenga un lado “bueno” y pueda rectificar antes de que sea demasiado tarde… (incluso para él/ella).
Tengo viva la convicción de que ese día no muy lejano, está cerca, ¡muy cerca!
Y que aquellos que han lidiado con la soledad, las pérdidas, la ausencia, la distancia, la despedida temporal o incluso el adiós permanente, finalmente encontrarán sosiego y podrán caminar con una sonrisa de agradecimiento.
Decreto (ayúdame a sentirlo juntos):
- Que la esperanza paciente, derrote en la carrera a la desesperación de la inmediatez.
- Que el beneficio del esfuerzo colectivo, le gane la batalla al egoísmo.
- Que la mirada del progreso a largo plazo, sea más fuerte que el materialismo cortoplacista.
- Que la confianza en la bondad y la espiritualidad más elevada, se mantenga a pesar de las decepciones y las ambiciones.
- Que la consciencia de nuestros actos y omisiones, sea más fuerte que las distracciones.
- Qué el compromiso con la abundancia que nos merecemos, sea más fuerte que la manipulación de las “migajas” que satisfacen momentáneamente.
- Que lo que vemos en el presente, no nos robe la fe en el futuro.
Hagamos lo que esté en nuestras manos para que ese día no muy lejano, llegue más pronto. NO es una utopía… ¡Si podemos!
Amén
Gabriel Ruda – Conferencista Internacional
Instagram, Twitter, Facebook: @GabrielRudaPino
P.D. ¿Qué tienes tú que transformar en ti, para contribuir a que ese momento llegue?