Creo que todo acto de comunicación humana, es una acto de seducción de la atención de alguien.
Si logras captar la atención del otro, se quedará contigo por largo rato. Si no lo logras, se irá o hará algo peor: estará físicamente, simulará prestar atención, pero no tendrá escrúpulos en pensar: ¡que fastidio!, y su mente se irá a otro lado.
Cuando la comunicación es a través de textos, el rechazo puede ser más autocrático aún. Si no hay conexión emocional, cerrará la página y se irá a donde encuentre una fuente afín… Hay demasiada información interesante, para perder tiempo y energía en algo que no nos conecta.
¡Confiésate! ¿Cuántas veces empiezas a leer algo y te aburres rápidamente? o ¿Cuántas veces comienzas a oír a un presentador y si no te engancha en los primeros minutos, te pones a revisar tu teléfono?
Ahora le pregunta es: ¿Qué hace que la gente se conecte con u mensaje escrito o hablado? En qué se basa ese «feeling» que nos permite leer a un escritor o escuchar a un facilitador, conferencista o comediante, engancharnos y sentir como si nos conociera desde siempre?
Hay muchos elementos que en mi experiencia podría enumerar, sin embargo hay 3 que son claves:
1. Cercanía: Esa persona habla con un lenguaje en donde no pretende deslumbrarme, sino que habla para que yo le entienda, aprenda y me nutra de su experiencia. En ese momento estoy con él/ella y no me habla el profesional (aún cuando tenga un PhD). Me habla un ser humano que tiene un valioso conocimiento, pero lo expresa a través de anécdotas, ejemplos, de sus pensamientos más íntimos sobre el tema (por muy locos que sean) o de sus conversaciones privadas con otros. Siempre desde un “tú” amable y respetuoso, nunca desde un “usted” distante.
Esto me hace sentir que su conocimiento es accesible, que sus vivencias son valiosas y que lo que aprendo puede aplicarse en mis asuntos.
2. Genuinidad: Esa persona comparte lo que siente, piensa, le gusta y hasta lo que no le gusta de sus experiencias. Tiene una gran capacidad de describir su sentir, de tal forma que pareciera que pudiera trasladarme a ese momento, situación y lugar del que me está contando.
No hay poses, ego, ni investiduras, así que no teme declarar sus pensamientos íntimos con una muy bien expresada «falta de vergüenza». Bien porque sabe que nadie es infalible, por que entiende que lo emocional es más humano y con ello cercano o porque comprende que burlándose de sí o hablando sin tapujos, estimula a que su audiencia abra el corazón y la mente hacia sus planteamientos.
Desde ese ser genuino, logra que sus equivocaciones acorten caminos, sus conversaciones internas despierten las de los otros y sus huellas pasadas trasciendan hacia la historia de quien comparte con él o ella sus ideas. Ese escritor y orador, no quiere teorizar, ni hablar o escribir académicamente circunspecto. ¡Quiere comunicarse, que el mensaje se quede y que la gente lo use!
3. Empatía: La gente que engancha emocionalmente a sus audiencias, procura entender cuáles son las situaciones que le gustan, le preocupan, le afectan, le duelen o le fastidian y en función de eso busca captar su atención abordándolas, describiéndolas y desmenuzándolas en detalle. Esto demuestra: «Me preocupé por saber de ti».
No inventa sobre ellos, porque se equivocaría. Así que logra robar risas con desparpajo o sonrisas con disimulo, ocupándose de entrevistar u observar a los grupos que se asemejan a ellos, buscando estudios serios sobre su estilo de comportamiento o reflejando vivencias propias que investigó y que coinciden con ellos.
Además nunca presenta sus temas de forma excluyente, porque evita que quepa una posibilidad de que alguien se sienta ignorante, rechazado o menospreciado. Incluso si es un tema novedoso, introduce del tema de una forma tan fresca y didáctica, que logra que para todos se vuelva conocido, interesante y aunque hubiera toda una multitud variada de gente, cada persona termina pensando: «pareciera que me estuviera hablando a mí».
¿Cuánto te pones en el lugar del otro al comunicarte?
En mis trabajos, esto es lo que busco para poder servir a las personas que me contratan como conferencista o como consultor de estrategias de comunicación. Igualmente lo aplico para escribir mi columna o aportar algo en una red social.
No creo en los pragmáticos sin bases, en los catedráticos teóricos, ni menos en los que usan temas o frases rimbombantes. Creo en un ser humano que sabe plenamente lo que sabe, sabe con gallardía lo que no sabe y procura elegir de su sabiduría, qué es realmente útil para quienes le escuchan o leen. Ahí es donde está la posibilidad de expandirte como escritor(a) o conferencista.
Entonces: ¿Cómo vas a crear más cercanía con tus discursos o escritos?, ¿Qué vas a compartir de ti para que se sienta genuino lo que planteas? ¿Qué vas a averiguar de tu lector o audiencia, para que sienta que le conoces y te pones en su lugar?
Nos vemos en cada sueño por construir.
¡Escríbeme! Me fascinará ahora poder leer tus opiniones y responder a tus comentarios. 🙂 Si te interesa ir a un nivel más expansivo en tu trabajo como coach, facilitador o conferencista, escríbeme. Sé cómo apoyarte.
Gabriel Ruda – Conferencista internacional – www.gabrielruda.com
Twitter e instagram: @gabrielrudapino
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