Y para finalizar, el broche de oro…
Doce hombres sin piedad
Probablemente no sea uno de los títulos más populares de los últimos tiempos, pero sí que es una joya cinematográfica. Spoiler alert: un jurado compuesto por 12 hombres debe decidir el futuro de un joven sospechoso de parricidio. Luego de 96 minutos de claustrofobia pura en blanco y negro, llegan por unanimidad al veredicto de No Culpable. ¿En qué se asemeja esto con tu tesis?
Quizá no sean 12 los miembros del jurado, ¡afortunadamente!, pero sí tendrás un equipo de 2 a 3 personas para evaluar tu trabajo. Entonces, tu posibilidad de graduarte depende de lo muy sólida que haya sido tu investigación, y de lo muy hábil que seas al momento de presentar tus argumentos de defensa. En otras palabras,
No importa cuánto inviertas en fuentes de chocolate, canapés, licor, ambientación y ropa especial para crear una atmósfera favorable. Al iniciar la defensa, sólo importará lo que realmente hiciste con tu investigación.
¿Sugerencias?
a) Ensaya. Invita a personas de tu confianza para exponerles tu trabajo. Instrúyelos para que te pregunten y critiquen. Esto puede alertarte sobre detalles no contemplados, además de que te expondrá a una situación real, controlada por ti.
b) Conviértete en el Jurado #8. Este personaje extraído de la película que titula esta entrega, se encargó de desmontar, uno por uno, los argumentos a favor de condenar a muerte al imputado. Haz eso mismo con las observaciones que te hagan tus invitados.
c) Consíguete un aliado entre tu jurado. No se trata de intentar comprar su favor, ni de atosigarlo(a) con lisonjas. Se trata de crear algún espacio de cercanía con algún miembro del jurado, para que encuentres un rostro amigable en el panel evaluador al momento de la defensa.
d) Relájate un poco antes de entrar a la sala. Identifica qué te ayuda con eso: Ejercicios de respiración, música, conversación… ¿Alcohol? No recomiendo esta práctica por muchísimas razones, pero al final es una decisión personal. Si la tomas, la moderación debe ser tu medida.
e) Si elijes llevar souvenirs… Aunque no sea parte del protocolo, suele ser un buen broche. Si lo haces, decántate por lo más sobrio: marca-libros, pluma-fuentes, bombones, una agenda. Nada demasiado ostentoso o elaborado. Asegúrate de llevar uno para cada miembro del jurado, y entrégalos al final…
Espero que estos tips desperdigados a lo largo de las 3 entregas te hayan servido de ayuda. Siéntete en plena libertad de agregar tu granito, y sugerir temas.
Azury Mendoza – Coordinadora Editorial / Asesora Metodológica y Correctora de Estilo
Sígueme en Twitter: @azuryb