¿Y si empezamos a amarnos y valorarnos más genuinamente desde «adentro» y dejamos de depender del «afuera» con el selfie, los filtros, los likes, los repost, los comentarios o el número de seguidores?
¿Y si pensamos más antes de hablar, criticar o condenar a los que amamos y procuramos ver más, qué es lo que está detrás de lo que «siente» (teme, le preocupa o necesita) cada persona, para comprender por qué actúa como actúa?
¿Y si volvemos a cultivar la llamada, el encuentro, la felicitación cercana, o el mensaje escrito con «afecto genuino», en lugar de esos mensajes «por cumplir», donde ya ni siquiera se escribe completo el «feliz cumpleaños» sino que ponemos «FC» ó «HBD», («Happy BirthDay») con un corazón o carita?
¿Y si retomamos más el valor de estar presente en cuerpo, mente y alma en los momentos que vivimos, en lugar de pretender tomar la foto o video perfecto para las redes?
¿Y si nos preguntamos antes de compartir consejos en las redes sociales: ¿Esto yo realmente me lo creo, lo vivo, lo practico y es parte sólida de mí?
¿Y si piensas: «En qué «actividades o aprendizajes» puedo invertir más inteligentemente mi tiempo, para mejorar mi calidad de vida». En vez de gastar el tiempo, en actividades, juegos, redes o personas que sólo te distraen un rato?
¿Y si practicamos más el hábito de no emitir juicios anticipados y contrariamente procuramos hacernos “un criterio más amplio” de lo que pasa, «DESPUÉS de indagar en las circunstancias sociales, los hechos cercanos y los puntos de vista de todos los involucrados»?
¿Y si en vez de manipular «la religiosidad» de la gente con una imagen de vírgenes o santos en #RedesSociales para que diga “amén”, mejor impulsamos a otros a despertar su «espiritualidad», sumándolos a «iniciativas concretas de #amor y #fe», orientadas a ayudar a los que no pueden, no tienen algo o sufren un momento duro? (Cerca de ti, hay quienes lo necesitan).
¿Y si asumimos el poder de difundir información, sólo con la premisa de aportar algo positivo, que sume a otros, que permita despertar la risa, el optimismo, la fe, la cautela necesaria o la consciencia, en vez de difundir noticias amarillistas?
¿Y si retomamos la costumbre de darle credibilidad, solamente a las noticias de los medios de comunicación serios, en lugar de difundir rumores a ciegas de cualquier blog?
¿Y si preguntamos a otros o averiguamos en Google, si alguien murió o si algo está pasando, ANTES de compartir y hacer virales a blogs y páginas inescrupulosas, que nos manipulan para generar visitas en sus páginas?
Yo también soy parte de los que tiene que hacerse preguntas. ¿Cuál de estas te impactó más?
¿Tienes alguna otra: “¿Pregunta poderosa”? Compártela en los comentarios, para que otros puedan leerte.
Nos vemos en cada sueño por construir.
Gabriel Ruda – Conferencista Internacional
Twitter, Instagram Facebook… @GabrielRudaPino