Hace mucho tiempo vi un dibujo animado de Warner Bross, titulado en español: “La rana que canta (o en inglés “One Froggy Evening” – haz click). En la historia había un hombre trabajando en la demolición de un edificio viejo, cuando de pronto encuentra una misteriosa caja. Al abrirla, descubre que dentro hay una rana que canta y que baila al ritmo de su propia música de manera impactante.
Sus ojos brillan e inmediatamente sueña con la cantidad de dinero que ganaría exhibiéndola como espectáculo. Lamentablemente obtuvo una frustración inmediata, porque cada vez que la exponía a la presencia de los demás, la rana no cantaba, ni bailaba, sino que con cara de aburrimiento, sólo dejaba salir un seco sonido: “croaaad…”
Uso esta metáfora contigo, para que mires:
¿Cuántas veces te ha pasado que en la intimidad de tu mente ves grandes talentos en ti, pero a la hora de mostrarlos o planificar darte a conocer, te paralizas, sufres de miedo escénico y no dejas salir esos talentos?
Muchas personas sueñan con alcanzar grandes resultados al mirar su potencial. Sin embargo, se quedan paralizados o sabotean sus primeros pasos.
Lograr tus metas, mejorar tu calidad de vida y emprender nuevos proyectos, va más allá de solo soñar, planificar o tener metas ambiciosas. Para materializar eso, necesitas enfrentar tus temores, pautas de vida, creencias limitantes, o acuerdos familiares inconscientes que te frenan.
Tal como le digo a mis asesorados: Es hacer la limpieza interna necesaria, de eso que te está bloqueando y que no sabes cómo enfrentar”.
Aunque suene paradójico, el primer paso es definir lo más claramente posible, cómo quieres proyectar o desarrollar esos talentos o fortalezas. ¿Qué resultados tangibles quieres ver con ellos?, es decir: ¿Qué quieres mostrar de ti y hasta dónde quieres llegar?
Mi trabajo como asesora, es que mires tu resistencia a hacer lo que sabes que necesitas hacer, que asumas tu responsabilidad por lo que te corresponde (en vez de culpar a otros) y actúes en concordancia con eso en lo que te quieres convertir.
Es mirar tu “rana interna” y ver cómo: No cantas, cuando sabes que es la gran oportunidad de hacerlo”.
Sé que hemos arrastrado por años el temor a ser evaluados, a ser inadecuados, a no estar a la altura, pero ten la fe de que puedes enfrentar esos monstruos. Busca en tu interior, dale luz de conciencia a eso que sabes es el peor enemigo contra tu mejor versión. Obsérvate y mantente alerta para que cuando se asome el temor, no le dejes que te frene y te anule.
Respira profundo, suelta la tensión de ser perfecto(a), conéctate con tu experiencia, tu seguridad, tus fortalezas, tu sabiduría y ese adulto que yace dentro de ti y es capaz de darte estructura, centro y sosiego, permitiéndote dar lo mejor cuando te toque mostrarte.
Aprende a poner el temor a tu favor, a sentir que es parte del juego, es decir, que sea sólo un impulso para cuidar los detalles y seguir mejorando. Tal como lo dice: Belkys Martínez, cantante conocida como la Dama de las Mil voces: “En los minutos previos a mi presentación siento miedo, eso es común en los artistas, pero ya sé que es parte del show y salgo a dar lo mejor de mí”.
¡Te invito a hacer el trabajo interno contigo! Lee artículos (en www.nuevamente.net tienes otros míos) o libros que te den nuevas perspectivas, busca audiolibros o videos motivadores y si te decides a ir a un nivel más profundo y consciente de ti, será un gusto para mí ser tu coach personal. Escríbeme 🙂
Trasciende los frenos que no te permiten dejar salir toda tu luz a plenitud. Atrévete, haz que tu “rana interna” cante en el escenario que tú quieres estar.
Lic. Milagros Pino – Conferencista / Coach Personal
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